Lunes

Creo que hoy no me enterado de nada, tomé el periódiquito como todos los días, pero hoy me salté directamente a la última página para hacer el sudoku -el fácil claro, que si tardo más de 8 minutos en hacerlo me mareo- y ni me acuerdo si hojee las paginas interiores o no, es lunes, no me importa.

Si, lunes, otro lunes más, otro aburrido, tedioso, cansado y horripilante lunes, siguen sin gustarme los lunes y creo que me seguirán sin gustar hasta que me jubile, y eso sólo si no estoy estudiando durante mi jubilación.

¿Qué que me han hecho los pobres lunes para que los odie tanto? Nada, existir, ser el primer día laboral, uno se tiene que poner en marcha después del anhelado descanso dominical y la verdad es que anda uno medio lento. Y yo o me entero a medias de las cosas o parece que las estoy soñando, creo que va a ser lo último porque hay cosas en este mundo que sólo pueden -o deben- ser realidad en las pesadillas de alguien.

Les cuento: no sé si es mi imaginación o es que estaba dormida pero lo primero que me encuentro son las escaleras mecánicas paradas, una pobre mujer bajando un carrito de bebé y nadie le ayudaba, ya saben, que como las mujeres somos independientes, pues no necesitamos ayuda de nadie.

Pasó lo de la señora del carrito, la pobre me imagino, entró sin problemas al tren, yo ya no supe pues ella iba en dirección contraria a la mía y como no, el tren lleno y los lugares ocupados por jóvenes holgazanes que a primera hora del día no creo que estén muy agotados como para ceder el lugar a los ancianitos que están de pie justo delante de ellos, pero como yo iba medio dormida, ya saben, es lunes, no sé si en verdad esto estaba pasando o de nuevo estaba teniendo pesadillas.

Pero el colmo fue al llegar a la fila del autobús interurbano, siempre hay una fila que llega de aquí a la luna, bueno, tampoco exagero que la calle de la Luna esta en Malasaña y yo tomo el autobús en Moncloa, el caso es que siempre la fila esta larga, pero eso no nos impide a los ciudadanos decentes formarnos y esperar nuestro turno para acceder al autobús, bueno, casi siempre, porque a veces me parece soñar que hay personas que se plantan frente al autobús, sin hacer cola viendo el momento para colarse y eso me parece que pasó hoy, una señora que se quería colar antes que yo, pero como yo me le cerré, se coló detrás de mi, yo como no me entero muy bien pero recién despertada tengo muy mala leche, me le quedé mirando tan feo y tan fijamente que la muy descarada se atrevió a decir "¿Qué miras, maja?" Se me ocurrieron un montón de cosas que decirle: "lo maleducada que es usted", empezar a decir a pulmón abierto, "mire señora no me importa el tiempo que haya estad usted esperando frente al autobús, si no hace cola, no entra", "es usted de las personas que deberíamos ejecutar por dar mal ejemplo a los jóvenes" o que se yo que tantas frases, insultos, palabrotas y demás se me ocurrieron decirle, pero vamos a ver, yo estoy dormida, pero no soy tonta, yo no permití que la señora entrara delante de mí, si el de atrás la deja pasar y no le dice nada, con el agraviante de que ella tomó el último asiento desocupado, al que le debería decir dos o tres cosas es al otro, por dejado.

Ya les decía, odio los lunes.