miércoles, marzo 01, 2006

Fisica familiar

Hoy es el cumpleaños de mi hermano, hace veintiún años que él nació y todavía me acuerdo de cuando era peque... ¡cómo pasa el tiempo! me acuerdo de su bautizo, de su cumpleaños de dos años, de cuando aprendió a andar en patines y luego la bicicleta (eso de ser la hermana mayor le da una ventaja a los recuerdos :D), me acuerdo de cuando estaba en la primaria, la secundaria y la prepa y lamento enormemente estarme perdiendo su universidad ¡por fin cuando ya podíamos salir juntos a las discos zaz, que me vengo a Madrid! y reflexionando acerca de ello, acerca de la familia, de los lazos que nos unen, me pongo a pensar de lo que realmente significa ser hermano o hermana, estar unidos por algo más que lazos consanguíneos...
Ayer, por ejemplo, mi hermana y yo fuimos al cine (¡si es que me ven en el trabajo hasta en la sopa!) y de regreso, a la una de la mañana pensaba que aunque la vida nos esté dando caminos distintos, vidas perpendiculares que se unen justo en el momento en el que nacimos todos en la misma familia, es como fuerzas vectoriales, que una tira a la derecha y otra hacia arriba y al final tienes una ecuación de energías compartidas, así es la vida familiar, y en mi caso, donde dos están en México y tres en Madrid, seguimos avanzando cada uno hacia nuestro rumbo, tiro parabólico de amor, lucha y entrega.
La dificultad del asunto es que precisamente el hecho de ser individuos distintos, con problemas distintos, anhelos distintos y todo el tipo de distintivos particulares de cada uno, a veces no entiendes a tus hermanos y los amas, ¡vaya que los amas! Pero no comprendes porque hacen o deshacen o porque tú también haces y vuelves a hacer... Y lamentas el hecho de crecer, de dejar detrás los juegos infantiles donde bastaban un par de trancazos, una carrera frenética o una lucha de almohadas y cosquillas para al final acostarte en la cama con la sonrisa en la boca pensando en que tu hermana duerme en la cama de al lado y tu hermano en el cuarto contiguo y mañana hay que levantarse temprano para ir a la escuela...
Ya sé que el que vive de recuerdos vive en el pasado y por ello tan sólo recurro a ellos como soporte y no como anhelo, pero en honor a unos cuantos recuerdos partiré mi piñata imaginaria en forma de ratón para festejar el vigésimo primer aniversario de nacimiento de mi hermano, le pediré mentalmente a mi abuela su famosos pastel de chocolate y cantaré las mañanitas al pie del recuerdo de la cama de mi bro saltándole encima y martirizándolo con cosquillas hasta que diga "Me rindo".

3 Suspiros:

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